El Salón de Carteles de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha acogido la mesa redonda titulada ‘La enfermería de la plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un espejo donde mirarse‘, un acto organizado por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. La mesa redonda la presentó el presidente de la regia institución, Carlos Infantes Alcón, y contó con la participación del Académico de Número Jorge Domínguez-Rodiño, del asesor jurídico de la Ramse, Joaquín Moeckel, y del cirujano jefe de los servicios médicos de la Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla, Octavio Mulet Zayas.
Carlos Infantes recordó que la Real Academia de Medicina y la Real Maestranza de Caballería son las instituciones reales más antiguas de Sevilla, superando en ambos casos los trescientos años de vida. Inició el acto el doctor Jorge Domínguez-Rodiño, quien realizó un recorrido histórico por los profesionales sanitarios que han estado al frente de los servicios médicos de la Plaza de Toros de Sevilla desde que existe constancia con el galeno Gregorio Arias González, hasta los nombres más recientes como Antonio Leal Castaño, Ramón Vila y Octavio Mulet. Puede consultar la ponencia completa del Dr. Domínguez Rodiño en este enlace: “Semblanza de los cirujanos de la Maestranza”.
El actual responsable de la ‘Enfermería’ de la Maestranza explicó cómo es el funcionamiento del equipo médico durante un día de toros. Jornada que, según reconoció, van más allá de la atención de toreros: «Suelo decir que de nuestro equipo el que más trabajo tiene es el internista porque muchas veces tiene que atender a algún espectador que sufre algún problema durante la corrida». Para Octavio Mulet la herida producida por el asta de toro se debería considerar siempre como un politraumatismo «porque afecta a dos o más órganos, que incluso pueden conllevar la pérdida del paciente».
«Los cirujanos taurinos tenemos una ventaja con respecto al resto de cirujanos porque hemos visto cómo se ha producido la lesión y, durante el camino hasta la enfermería, podemos hacernos un diagnóstico preconcebido (…) Aunque este tipo de heridas son muy especiales porque el toro cuando coge hace un movimiento de derrote que, unido al volteo del torero sobre el pitón, hace que la herida interna sea mucho más extensa de lo que aparenta. Es lo que se conoce como las trayectorias de una única cornada», señaló Mulet.
Por su parte, Joaquín Moeckel habló de la vinculación entre la Medicina y el Derecho, recordando cómo los diferentes reglamentos han ido prescindiendo durante la historia de la tauromaquia de una exhaustiva regulación de los requisitos de las enfermerías. Usando como «ejemplo a seguir» el quirófano de la Plaza de Toros de la Maestranza: «Mientras que la normativa sólo hablaba de que la enfermería estuviera bien dotada y con buena evacuación, la Real Maestranza decidió llevarla a un punto más allá hasta cumplir con creces la normativa».
Fuente: ABC de Sevilla