Celebramos en este año el XX Aniversario de la puesta en marcha de un proyecto de solidaridad al servicio de los más desfavorecidos de nuestro mundo… un proyecto que nace en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Candelaria de Sevilla, ubicada en uno de los barrios más desfavorecidos de Sevilla. Este proyecto que dio origen a la creación de nuestra “Fundación Solidaridad Candelaria” está animado por el espíritu de servicio y entrega que nace del voluntariado de sus miembros y del deseo de dar respuesta con nuestro pequeño granito de arena a las necesidades de nuestros hermanos más necesitados tanto en nuestros barrios como en países como Malawi, un país marcado por la pobreza extrema de sus gentes y centro de nuestro trabajo en África.
El inicio de nuestra colaboración con un pequeño Hospital Rural de Malawi (el hospital de Mtendere, regido por las religiosas malawianas de las Teresian Sisters), vino acompañado desde sus comienzos por una labor de sensibilización ante los problemas del Tercer Mundo y de la pobreza en general en los distintos ámbitos de nuestro entorno, una labor concretada especialmente en el trabajo con adultos, niños y jóvenes de la zona de Tres Barrios de Sevilla (Candelaria, Pajaritos y Madre de Dios) y sus distintas entidades (parroquias, escuelas, asociaciones…).
Junto a las labores de sensibilización y cooperación al desarrollo nos hemos visto llamados progresivamente a un compromiso más amplio en una acción social transformadora en Tres Barrios mediante un programa de acogida, formación, integración y convivencia de los numerosos inmigrantes de nuestros barrios: el “Proyecto Bienvenido” que desarrollamos en las instalaciones parroquiales.
Todo nuestros proyectos son posibles gracias a la generosa entrega de nuestros voluntarios y colaboradores… gracias a ellos se hace realidad una hermosa frase de Eduardo Galeano: “mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas son capaces de transformar el mundo”… y así hemos visto crecer en Malawi, a partir de la frágil semilla que plantamos hace veinte años en el pequeño hospital rural de Mtendere, un árbol frondoso que cobija bajo sus ramas a cuantos al mismo se acercan:
Niños y mayores que encuentran en nuestro hospital un lugar donde recobrar la salud sin importar el que carezcan de los recursos económicos necesarios para hacer frente a la enfermedad….
Madres que dan a luz en una maternidad donde sienten la confianza de que sus hijos llegarán a este mundo con una atención médica adecuada…
Enfermos terminales o con graves discapacidades que son visitados regularmente en sus pobres hogares y encuentran una mano amiga que les ofrece consuelo, esperanza y alivio en su enfermedad…
Niños huérfanos que han encontrado en nuestro hospital una nueva familia que se ocupa de su educación y les ayuda a construirse un futuro mejor…
Niños y mayores albinos que han visto cómo su vida pasaba de la marginación y la exclusión a ser centro de nuestra atención y cuidado y que progresivamente van encontrando un futuro, un lugar y una dignidad perdida para sus vidas…
Mujeres que al aprender cosas tan básicas como leer y escribir o al recibir una formación en talleres como los de costura recobran la autoestima propia y la de sus familias…
Comunidades que celebran la alegría de disponer en sus poblados de agua potable gracias a un nuevo pozo que es fuente de vida para todos…
TODOS encuentran en Mtendere (que significa PAZ en lengua chichewa) un espacio de esperanza que les ayuda a devolver la alegría y la dignidad a sus vidas… y todos ellos os dan las gracias por hacer posible este río de solidaridad que atraviesa fronteras y nos une en el sueño de un mundo mejor para todos… ¡Zikomo Kwambiri! (¡Muchas gracias!)
D. José Luis Verdugo Fernández, médico cooperante y director de la Fundación Solidaridad Candelaria.
* El doctor Verdugo impartió el pasado 23 de abril de 2024 la conferencia “Una experiencia de solidaridad en Malawi” dentro de la Cátedra de Cooperación Internacional de la Fundación de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.