La Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, con 330 años de historia es la más antigua de Europa. En esta sección se pueden encontrar diversos capítulos de interés histórico así como un análisis sobre la evolución de los emblemas y escudos usados por la RAMSE.
La historia de la Medicina sevillana, tiene un hito, allá por los años del Señor de 1693, cuando un joven médico, llamado don Juan Muñoz y Peralta, natural de Arahal (Sevilla), renuncia a su cátedra en la Facultad de Medicina de Sevilla. Lo hizo porque estaba disconforme con los anticuados métodos universitarios y, por su cuenta, funda la “Veneranda Tertulia Hispalense”.
Esa postura rebelde encaja en el momento en que se dice empieza la renovación científica en nuestros país, y cuando el hombre de ciencia, siente la necesidad de asociarse en grupos de estudio y trabajo.
Al principio, los que se reúnen en la Tertulia, son los llamados “médicos revalidados”, o sea los que hacían su aprendizaje trabajando al lado de un profesional competente, y una vez instruidos en la materia médica, pasaban una Reválida y obtenían título. Otros médicos, se formaban en las aulas universitarias, con conocimientos más bien teóricos basados en la autoridad hipocrática y de Galeno. A estos les faltaba la práctica y estaban, en cierto modo, apegados al pasado. Tildaban a los revalidados de cismáticos e incluso de herejes, y decían de ellos que practicaban doctrinas peligrosas.
Esta pugna habría de durar casi todo el siglo XVIII, si bien fueron muchos los catedráticos universitarios que entraron a formar parte de la Tertulia. De esta “Veneranda Tertulia” nació la Regia Sociedad y de esta la actual Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. Es la primera entidad de este tipo que se funda en España y que ejerce sus funciones en solitario, hasta que treinta y cuatros años más tarde, se funda la de Madrid.
Se ha dicho que era una sociedad de “carácter progresivo y de hecho revolucionaria”. Ciertamente no se reniega de lo antiguo, pero hay que comprobar, rectificar y también, retocar “posibles imperfecciones”. Para formar parte de la Tertulia, se exigía “hallarse muy instruido en filosofía y en la medicina moderna”.
Los socios pertenecían a un grupo de intelectuales descontentos con los escasos avances que se observaban en España, en el estudio y aplicación de las Ciencias, así como en el retraso con que llegaban las nuevas ideas filosóficas y del pensamiento.
La Tertulia toma rumbos de gran seriedad y la labor se realiza bajo una pauta científica de gran modernidad y originalidad. De ese modo, llegamos a un momento en que se va fraguando la idea de constituirse en una Sociedad Científica, oficialmente reconocida.
S.M. Carlos II, poco antes de morir, firma las “Constituciones”. Es el día 25 de mayo de 1700. Unos meses más tarde, el nuevo monarca Felipe V, concede la “Primera Cédula Real”. A partir de ese año, la primitiva Tertulia, pasa a llamarse “Regia Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla”.
De todas partes del país, se reciben solicitudes de ingreso, entre las que están las de los hombres más distinguidos de las ciencias y las letras. Se acuerda que la Presidencia la debe de ostentar una personalidad médica que esté en la Corte, y pueda influir favorablemente en el desarrollo de la entidad sevillana. Destacada fue la figura de don Joseph Cervi, médico de la reina
Isabel de Farnesio que logró para la Sociedad, privilegios y ventajas.
Ya en el siglo XIX, la Regia Sociedad pasa a llamarse Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.
Durante tres siglos, sin interrupción notoria, la Academia ha mantenido su trabajo y su prestigio, y en los últimos años la actividad se ha acrecentado, pudiéndose decir que a lo largo del curso, todos los jueves se realiza una sesión pública, cuyo creciente éxito se hace patente en las publicaciones, especialmente en las “Memorias Académicas”.
Ilmo. José María Montaña Ramonet
Sobre los emblemas y símbolos de la Real Academia de Medicina de Sevilla y Cirugía
La redacción del Reglamento de Régimen Interior de la RAMSE, una vez aprobados en Febrero de 2011 sus nuevos Estatutos, ha invitado a analizar y profundizar en el conocimiento y descripción de sus emblemas y símbolos que tradicionalmente ha venido utilizando, así como a estudiar el origen de los mismos.
Tres son los emblemas y símbolos que utiliza esta Real Academia en los momentos actuales: el Escudo, la Medalla de los Académicos y el Sello.
I.- Descripción objetiva de los símbolos:
1º.- El Escudo: (Figura 1) El escudo de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla presenta en la parte superior la corona real cerrada del escudo de España de la dinastía borbónica, que, salvo en la época de las dos repúblicas españolas y el periodo de la dictadura franquista, es el que siempre se ha utilizado en los escudos oficiales desde el año 1700 hasta la actualidad, incluyendo la restauración de 1975.
De ella bajan dos ramas de hojas de acanto que cierran un espacio redondeado, y de cuya parte inferior pende el Toisón de oro. Esta distinción fue creada 1429 por Felipe III, Duque de Borgoña, y pasó a la corona española en 1504 con el matrimonio de Felipe de Habsburgo (Felipe el Hermoso) con Dª Juana de Castilla (Juana la Loca).
El espacio acotado por la corona, las hojas de acanto y el Toisón, se encuentra dividido en dos campos. El primero encierra en su parte superior la inscripción “REGIA SOCIETAS HISPALENSIS” , y debajo de ella una paloma volante de la que parten rayos en todas direcciones y debajo la leyenda “EMITTE LVCIS TUAE RADIOS TE DVCE SALVTEM”, que se puede traducir por “Irradia los rayos de tu luz, siendo tú nuestro guía para la salvación (ó para la salud)”.
En el campo inferior se encuentran dos medallones ovalados inclinados. En el derecho se encuentra la figura de Esculapio con su caduceo y la serpiente enroscada en el mismo, rodeado de la inscripción “HONORA MEDICUM PROPTER NECESSITATEN ETENIM ILLUM CREAVIT ALTISSIMUS”, que se puede traducir en “Honra al médico por su necesidad, pues así el Altísimo lo creó”.
En el medallón izquierdo se encuentra el cuartelado del escudo de España de la casa Borbón, tras la importante reforma que le hizo S.M. el Rey Carlos III. Este cuartelado aparece cortado en dos y partido de uno, pero de modo que los cuarteles quedan rodeando y no por debajo del cuartelado central, siendo por este orden: 1- Aragón partido de Aragón-Sicilia. 2- Austria partido de Borgoña moderno. 3- Parma (seis flores de lis). 4- Toscana (cinco roelas de gules con un tortillo de azur) 5. Borgoña antiguo. 6- Bramante y un entado en punta de Flandes partido de Tirol. Sobre todo, un cuartelado de Castilla y León y sobre el todo del todo las tres flores de lis de la casa de Anjou.
El cuartelado se encuentra rodeado de la inscripción “REAL ACADEMIA DE MEDICINA DE SEVILLA”
2º.- La Medalla: Consta de dos partes. En lo que es la propia medalla, en su anverso (Figura 2 a)) figura el medallón ovalado derecho del escudo de la Academia, en el que está la figura de Esculapio, rodeado de la misma inscripción que figura en el escudo.
En el reverso (Figura 2 b)se encuentra el cuartelado del escudo de España de la casa Borbón, el mismo que figura en el escudo de la Academia, en este caso rodeado por la inscripción “REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE SEVILLA”.
La parte superior de esta medalla se articula con la corona real cerrada de los Borbones, que pende de un cordón de seda entrecruzado de color amarillo y morado, cuyo pasador tiene el escudo de la ciudad de Sevilla, sede de esta Real Academia.
3º.- El Sello: (Figura 3) Como sello esta real Academia utiliza el primitivo escudo de la misma de 1737, que como muy bien ha descrito el Dr. Montaña Ramonet, “consiste en una serie de alegorías enmarcadas en un bello rectángulo. En la parte superior está el Espíritu Santo en forma de paloma para que ilumine el conocimiento de sus socios. En la parte inferior unos ciervos que simbolizan la agilidad, la salud. El primero lleva en la boca la rama de una planta, pues era creencia que los ciervos se curaban ellos mismos eligiendo la planta adecuada. En las partes laterales unas pequeñas cartelas van dedicadas a la Botánica, Geometría, Medicina, Astronomía, Anatomía y Geografía”. En el sello aparece la leyenda “EMITTE LVCIS TUAE RADIOS TE DVCE SALVTEM”
II.- Historia de estos símbolos y emblemas.
Para estudiar el origen de los símbolos y emblemas que actualmente utiliza la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, y que se han descrito anteriormente, se han revisado desde las primeras Ordenanzas de la Sociedad Regia de Médicos revalidados de la ciudad de Sevilla de 25 de Mayo de 1700, hasta los últimos Estatutos de las llamadas Academia de Medicina de distrito de España de 1970. No ha sido tarea fácil ya que no siempre se describen estos elementos, y a fin de poder sacar unas conclusiones al final, se ha preferido hacer una relación cronológica de las referencias existentes en los diversos documentos consultados.
Lógicamente en las primeras Ordenanzas de 1700, (“Ordenanzas y Constituciones de la Sociedad Regia de los Médicos revalidados de la ciudad de Sevilla”), figura en su portada el escudo de España de los Austrias, concretamente el de Felipe II antes de la anexión de Portugal, dado que estas ordenanzas fueron firmadas por S.M. el Rey Carlos II.
Es en las “Ordenanzas de la Regia Sociedad de Sevilla”, de 1737, donde en su folio 3 figura por vez primera lo que hoy constituye la parte superior del sello de la Academia, el Espíritu Santo en forma de paloma, con la misma inscripción que hoy figura, y que como indica el Dr. Montaña, formaba parte del primer escudo de esta regia Sociedad.
No es hasta 1831 en el “Reglamento General para el régimen literario de las Reales Academias de Medicina y Cirugía del reino”, dictado durante el reinado de S.M. el Rey Fernando VII, cuando en su Capítulo III. 9º dice: “En la correspondencia oficial y en cuantos documentos se expidan en nombre de la Academia, se usará de un sello propio, que consistirá en un escudo de mis armas Reales con un lema que diga “Real Academia de Medicina y Cirugía de …..” según el nombre del pueblo en que está establecida”.
Este escudo que figura en la portada de la edición de este Reglamento General (Figura 5), es el escudo real de la casa Borbón, precisamente el que reformara de manera importante S.M. el Rey Carlos III en 1760 (Figura 4) y cuyo cuartelado es el que aparece en el ovalo izquierdo del escudo actual de la Real Academia de Medicina de Sevilla, así como en el reverso de la medalla de sus Académicos
Además en su Capítulo I, la ordenanza 11, es la primera vez que se recoge que los socios de estas Academias, puedan usar una medalla, pero “como premio al socio que lo mereciere”. En el Capítulo III, también en su ordenanza 11 se describe este premio como “medalla esmaltada en blanco, con corona real dorada, de forma oval y pendiente de una cinta de seda amarilla y morada, con una inscripción en el centro de letras doradas que diga en una cara El Rey N. S. y en la otra al mérito sobresaliente en medicina”.
Es el primer Reglamento de las Academias de Medicina en el que se habla de la posibilidad de usar por los Académicos una medalla, pero sólo como premio. El diseño de esta medalla no tiene nada que ver con la actual, y sin embargo coincide con el hecho de tener la corona real, así como en los colores de la cinta de seda, amarillo y morado, que son los colores del cordón de la actual medalla. ¿Cuál pudiera ser el significado de estos colores?
Fue también en este año, 1830, cuando S.M. el Rey Fernando VII ordenó el cambio de nombre de nuestra Corporación por el de “Real Academia de Medicina de Sevilla”.
Con posterioridad, en el “Reglamento de la Real Academia de Medicina Cirugía de Sevilla” de 1875, cuando en su Artículo 10.2 habla de las prerrogativas de los Académicos dice que “Usarán como distintivo una medalla arreglada al modelo que se apruebe, en la que figuren los emblemas de la ciencia”, aunque no la describe ni hace referencia a otra conocida.
También en su Artículo 76 dice que “la Academia usará en sus documentos oficiales un sello mayor para los diplomas de los Académicos y de los premios con el emblema de su instituto y otro menor para la correspondencia con el escudo nacional y el título que lleva”, pero no describe ni uno ni otro.
Por el contrario en los “Estatutos de las Academias de Medicina de Distrito” de 1886, sí se describe la medalla académica. Así en su Artículo 20. 2ª dice refiriéndose a las prerrogativas de los Académicos “Usarán como distintivo una medalla de oro numerada, con el emblema de la medicina en el anverso y el título de la Academia en el reverso, pendiente de un cordón de seda entrelazado de color amarillo y morado, cuyo pasador tendrá las armas de la población donde la Academia resida. Estas medallas serán propiedad de la corporación, construyéndolas a costa de sus propios recursos”
Es en estos Estatutos cuando por vez primera se describe la medalla que como prerrogativa pueden utilizar los Académicos numerarios. De nuevo coincide con la actual en el color del cordón así como en el uso del pasador con las armas de la ciudad donde resida la Academia, pero la descripción de la propia medalla no está clara. Posiblemente en ella se considera la figura de Esculapio como el emblema de la Medicina. Pero en lo que no coincide es en el reverso o sólo en una parte.
El “Reglamento de la Real Academia de Medicina de Sevilla” de 1888 en el que se desarrolla el Estatuto anterior, no pone nada relacionado con la medalla.
En el año 1945, se dictaron unos nuevos “Estatutos de las Reales Academias de Medicina de distrito” en los que en su Artículo 21.2 reproduce totalmente el Artículo 20.2ª del Estatuto de 1886, por lo tanto no añade nada nuevo. Lógicamente en la portada se utiliza el escudo de España de la época franquista, con el águila de San Juan, el yugo y las flechas etc.
Tampoco añade nada nuevo el “Reglamento de la Real Academia de Medicina del distrito de Sevilla” de 1946, que en su Artículo 54 vuelve de nuevo a describir lo ya señalado en el Estatuto de 1886. Sin embargo en la edición de este Reglamento ya existe algo interesante, y es que en la portada del mismo (Figura 6) se reproduce, posiblemente como escudo de la Academia, el sello que actualmente usa la Real Academia de Medicina de Sevilla, con los dos óvalos de la paloma y de los ciervos.
Pero más interesante todavía es la edición que se hizo en 1948 en los talleres de la Escuela provincial de Artes gráficas de Sevilla, de estos Estatutos y Reglamento de 1945 y 1946(Figura 7), en cuya portada aparece por vez primera lo que pudiera ser la base del actual escudo de la Real Academia de Medicina de Sevilla. En el podemos ver (Figura 8) la corona real cerrada de los borbones, y los dos óvalos inclinados, uno con la figura de Esculapio y su inscripción y el otro con el cuartelado del escudo de España de Carlos III, tal como figuran en el actual escudo de la Academia. Falta la paloma con sus inscripciones y el Toisón de oro, y el escudo está rodeado de unas ramas de laurel, en lugar de las de acanto del actual.
Por último los “Estatutos de las Reales Academias de Medicina de distrito” de 1970, que estuvieron vigentes hasta que se aprobaron los nuevos en el 2011, en su Artículo 18.2 en lo que se refiere a la medalla, reproduce lo que decía el Estatuto de 1945 que a su vez reproduce lo que decía el de 1886, que ya sabemos que salvo el color del cordón y el pasador del mismo, no coincide con la medalla actual.
III.- Conclusiones.
1º.- Es evidente que de todos los símbolos y emblemas que actualmente utiliza la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, el más antiguo (ya figuraba en las ordenanzas de 1737), es la figura del Espíritu Santo en forma de paloma que irradia rayos de luz, con la inscripción “Emite lvcis tuae radios te dvce salvtem” y que actualmente forma parte del escudo de la Academia y del sello de la misma.
2º.- El segundo elemento en antigüedad es el color del cordón de la medalla, amarillo y morado, que ya figura en la descripción de la medalla que hace el Reglamento de 1831, y que curiosamente se repite en los sucesivos Estatutos y Reglamentos hasta la actualidad. Asimismo en este Reglamento se describe la corona real cerrada que lleva en la parte superior el escudo y las medallas académicas, tal como tienen los actuales.
3º.- En cuanto al escudo, no cabe duda que fue en tiempo de Fernando VII, en el Reglamento General del 1831, cuando se ordenó que se usara en el sello de las Academias sus armas Reales (el cuartelado del escudo que modificó Carlos III), como figura en la actualidad tanto en el escudo de esta Real Academia como en el reverso de la medalla de sus Académicos.
4º.- Por lo que se refiere a la figura de Esculapio de ambos emblemas, podría deberse a lo que dice el Reglamento de las Reales Academias de 1875, cuando refiere que se utilice en la medalla “el emblema de la medicina”.
5º.- Por último es interesante el escudo que figura en la portada de la edición en Sevilla de 1948 de los Estatutos y el Reglamento de los años 1945 y 1946, que es el que más se parece al escudo actual de la Real Academia de Medicina de Sevilla, pero al que no se hace referencia ni en uno ni en otro.
6º.- No se ha encontrado ninguna referencia a la utilización del Toisón de oro ni a las hojas de acanto del actual escudo.
Documentos utilizados:
1.- Ordenanzas y Constituciones de la Sociedad Regia de los médicos revalidados de la ciudad de Sevilla. 1700
2.-. Ordenanzas de la Real Sociedad de Medicina y otras ciencias de la ciudad de Sevilla. 1717
3.- Ordenanzas de la Real Sociedad de Sevilla. 1736
4.- Ordenanzas formadas de orden de S.M. para el mejor gobierno de la Real Sociedad de Medicina y demás ciencias de la ciudad de Sevilla. 1784
5.- Reglamento General para el régimen literario de las Reales Academias de Medicina y Cirugía del reino. Madrid 1831
6.- Reglamento de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. 1875
7.- Estatutos de las Academias de Medicina de distrito. Madrid 1886
8.- Reglamento de la Real Academia de Medicina de Sevilla. 1888
9.- Estatutos de las Reales Academias de Medicina de distrito. Madrid 1945
10.- Reglamento de la Real Academia de Medicina del distrito de Sevilla. 1946
11.- Estatutos de las Reales Academias de Medicina de distrito. Madrid 1970
Ilmo. José Luis Serrera Contreras