Esta tarde ha tenido lugar en el Salón Rojo de la Real Academia de Medicina de Sevilla la conferencia extraordinaria “Siete vidas y media” pronunciada por Alberto Vázquez Figueroa y en la que el escritor e inventor ha expuesto a los asistentes su particular visión de la medicina así como sus experiencias y anécdotas como corresponsal de guerra y como escritor aventurero e inventor en los más diversos y exóticos países.

Alberto Vázquez-Figueroa nació el 11 de octubre de 1936 en Santa Cruz de Tenerife (Canarias), aunque su familia fue exiliada por motivos políticos al África Española, y pasó allí toda su infancia.
A los 16 años regresó a Tenerife para estudiar. Trabajó como profesor de submarinismo y buceo en un buque-escuela “Cruz del Sur”, con Jacques Cousteau, donde estaría dos años, participando en los rescates de cadáveres en el Lago de Sanabria.
Estudió periodismo en Madrid y ha sido reportero de guerra en numerosos conflictos de gran repercusión internacional como guerras y revoluciones de Guinea, Chad, Congo, República Dominicana, Bolivia, Guatemala, etc.
Producto de una vida errante y aventurera ha publicado 50 libros entre los que destacan Tuareg, Ébano, Manaos, Océano, Yáiza, Maradentro, El perro, Viracocha, La iguana, Nuevos Dioses, Bora Bora, la serie Cienfuegos, La ordalía del veneno, El agua prometida, Por Mil Millones De Dólares, Océano, etc. La mayoría de sus obras han sido traducidas a los más diversos idiomas pudiéndose decir que es uno de los autores más leídos del mundo entero. Sus libros se cuentan por millones.
Ha escrito también teatro y ha sido director y guionista de cine. Dirigió Oro Rojo y Manaos, dos de sus obras, y como guionista ha participado en 15 films. Nueve de sus novelas han sido adaptadas al cine.
Completando esta trayectoria literaria y cinematográfica se encuentra su faceta social e inventora. Preocupado por la sociedad en la que vivimos ha tratado de encontrar toda clase de formas de aprovechar la energía natural, respetar el medio ambiente y de acabar con la miseria en el mundo. Sus esfuerzos no han tenido límites.
Como inventor destaca por un sistema de desalinización del agua y creación de energía, un programa de trasladar la fauna africana a las estepas y selvas sudafricanas y un proyecto de ciudad ergonómica titulada “Babilonia 2000”.
En resumen, es un hombre excepcional que ha tenido numerosas vivencias en la real dureza de los grandes conflictos humanos, siendo sus grandes ambiciones una humanidad feliz, con mayor justicia social, con respeto de la fauna y de la flora, y al margen de mayores intereses económicos.
A lo largo de su excitante trayectoria literaria y tecnológica ha tenido varias experiencias relativas a problemas medico-sanitarios que pueden encuadrarse por un lado en la perspectiva de sufrimiento humano y por otro en una visión parafisiológica o paramédica. Esta última faceta del extraordinario personaje también fue abordada durante su intervención en la RAMSE.