Esta mañana el Dr. Juan Sabaté Díaz ha tomado posesión como Académico de Número en la plaza Diagnóstico por la Imagen, de nueva creación, en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.
Durante su intervención ha destacado que la institución brinda la oportunidad de dar y recibir conocimientos, dentro de una profesión claramente vocacional, y así poder defender por una parte y ofrecer por otra, todas las aportaciones, que tanto para el paciente como para el profesional tiene el Diagnóstico por Imagen”.
El discurso de ingreso, contestado por el Ilmo. Dr. Blas Rodríguez de Quesada Tello, lleva por título “Diagnóstico por la imagen en el cáncer de mama. Como convertir una enfermedad mortal en un proceso curable” y en él el Dr. Sabaté hace un recorrido la evolución del papel de las mamas en las diferentes culturas, los antecedentes históricos del cáncer de mama y la importancia actual de la enfermedad.
El Dr. Sabaté ha hecho referencia durante su intervención a la historia natural del cáncer de mama, centrándose en la figura de la reina de Francia, Ana de Austria ya que “probablemente sea la mejor y más detallada referencia histórica de la que se dispone del cáncer de mama” y aunque “es largo el camino recorrido entre la medicina de ayer y la de hoy , entre las derrotas de antaño y los éxitos del presente, Ana de Austria, reúne muchas situaciones vividas por algunas mujeres que sufren de un cáncer de mama: la tardanza en querer consultar, la cancerofobia, las controversias del entorno, el éxito de los charlantes, los sentimientos de culpabilidad; y para las que no se curan, los sufrimientos físicos y morales, las dificultades, la impotencia de los médicos y el encarnizamiento terapéutico”.
Destacó también que la importancia actual del cáncer de mama está basada en tres factores fundamentales: es un tumor de elevada incidencia, cuya etiopatogenia es desconocida y con cifras considerables de morbilidad-mortalidad. ” Una de cada 8-12 mujeres podrá desarrollar un cáncer de mama a lo largo de su vida y parece que un fuerte y prolongado estímulo estrogénico esté asociado al aumento de riesgo, pero el origen y el mecanismo de acción son poco conocidos” ha dicho, aunque “afortunadamente, cada vez tenemos menos ocasiones de enfrentarnos ante un cáncer de mama que evoluciona espontáneamente sin interferencias terapéuticas, si bien no debemos de olvidar, que hasta no hace mucho tiempo el 95% de los tumores los descubría la propia mujer”.
Sin el diagnóstico y el tratamiento médico adecuado, el cáncer de mama es irremisiblemente mortal en el 100% de los casos, ha señalado. Así como que en el momento actual no se dispone de métodos de prevención primarios, por lo que con los esfuerzos de la comunidad médica se centran en la realización de un diagnóstico lo más temprano posible, estando la supervivencia claramente ligada al estadio en el que se encuentra la enfermedad cuando es diagnosticada. Se ha considerado que avanzando 1 año el diagnóstico del tumor se podría reducir la mortalidad hasta un 40%.
Sin embargo, es incuestionable el mejor pronóstico de aquellas mujeres en el que el cáncer ha sido diagnosticado con menos de 1 cm de diámetro. Por tanto, afirmó que en la actualidad la mejor manera de luchar contra el cáncer de mama es encontrándolo lo antes posible, siendo el diagnóstico temprano la gran esperanza para convertir una enfermedad mortal en un proceso curable; y que en este momento son los radiólogos los que antes pueden encontrar estas neoformaciones.
Finalmente el Académico de Número quiso dedicar el discurso a todas las mujeres que han sufrido, sufren y sufrirán la lacra del cáncer de mama, enviando en sus palabras finales un mensaje de esperanza:
“El cáncer de mama está dejando de ser una enfermedad inexorablemente mortal, para convertirse en un proceso curable”.